Mayo 2015.
Para satisfacer las solicitudes de información que cada primavera me hacen los amigos, he aquí una breve guía de Sicilia turística según mis gustos, con los sitios que ver, las cosas que comer y los vinos que beber (para los vinos, ir a notas al fondo de la pagina). Recordando siempre el primer principio de la termodinámica siciliana: en Julio y Agosto se pasa calor y se guardan colas. El recorrido empieza en Messina y sigue en sentido horario.
Messina no vale la pena, pero si tenéis un poco de tiempo, podéis ir a Doddis, en calle Garibaldi 414, puede justificar la primera granizada*, el primer cannolo** o la primera cassata*** del viaje. Tenéis que saber que la crema de ricotta**** de Messina, menos dulce y mas suave, es la mejor de toda Sicilia. También la pignolata que de aspecto recuerda un cerebro, la deberíais probar, aunque la de Irrera en plaza Cairoli, es mejor.
La primera etapa del tour podría ser Taormina, la localidad mas turística de toda la isla, un poco cara y exagerada, pero merece una visita. Taormina tiene hoteles de todos los niveles y permite encontrar alojamiento adecuado a todos los bolsillos aunque la relación calidad/precio no es de lo mejor. La calidad media de sus restaurantes no es buena: no vayáis improvisando, elegid uno en una guía de vuestra confianza. Hace poco he comido una buena pizza en Villa Zuccaro, un bonito restaurante con jardín cerca de la plaza del Duomo. Pasear arriba y abajo por el corso, y pararse por ejemplo a tomar un helado en uno de los bares de la plaza merece la pena. Si saltáis la visita al teatro griego, no os preocupéis: teatros griegos en Sicilia hay un montón.
Desde Taormina, pasando por Zafferana, en una hora se llega al refugio Sapienza, en el lado sur del Etna, a 1900 m, donde podéis aparcar y en tres minutos explorar uno de los cráteres Silvestri, satisfaciendo vuestro espíritu de aventura con poquísimo esfuerzo. En el Etna encontrareis diez grados menos que de donde habéis salido, el que es friolero que lo tenga en cuenta. En cambio si tenéis ganas de esforzaros mas, en 6 horas entre funicular y a pie, podéis llegar al cráter central (y volver), otros 1400 m de cuota y otros diez grados menos.
Prosiguiendo hacia Catania, conviene bajar por Nicolosi, donde podéis pararos al bar Vitale, en la plaza Oberdan, para tomar una buena granizada con brioche o un helado.
Catania tampoco merece una etapa, pero si decidis visitar el centro historico y la pescheria (mercado del pescado), tened presente estos tres bares/pastelería, bastante faciles de alcanzar: Savia en Calle Etnea esquina con calle Umberto y en el paseo marítimo (lungomare), el Bar Europa en Piazza Europa y Ernesto en Calle Ruggero Di Lauria, 91. Incomodo para aparcar, pero optimo por la calidad, es Quaranta en Ognina, dividido en dos locales adyacentes, uno para los dulces y uno para la tavola calda (comida preparada). En todos estos bares la cualidad de los arancini***** esta garantizada.
En Catania las señoras encuentran irresistible la feria (fiera), un mercado al abierto que se encuentra al lado de Corso Sicilia. Esta abierto todas las mañanas (menos el domingo), parece que vienen personalmente Armani, Gucci y Prada disfrazados de indios a vender sus propias creaciones a precios tirados. Para una pizza por la noche mi consejo es que vayáis a San Giovanni li Cuti, una curiosa ex-aldea de pescadores, que hoy se ha quedado englobada en el paseo marítimo de Catania. Entre los distintos locales mi preferido es I Cuti Lisci. Entre los restaurantes no soy capaz de aconsejar ninguno, si quiero comer pescado y no gastar mucho, prefiero ir a Capo Mulini, en uno de los diez restaurantes seguidos que hay al borde del mar.
Normalmente comer pescado en la zona de Catania sigue un ritual: primero se elige el pescado, del que esta expuesto en el mostrador, y luego uno se sienta a esperar que se lo cocinen. Mi restaurante favorito se llama La Grotta (1) y está en Santa Maria la Scala, aldea de Acireale. Tiene poquísimas mesas, dificilísimo reservar para el mismo día, pero vale la pena. Aquí también, cuando se llega se elige el pescado: gambones y calamares para la ensalada de mar y spigola o dorada para la parrilla, y con una salsa llamada salmoriglio. Nada de adornos: a parte de los espagueti no hacen nada mas e incluso la lista de vinos es reducida, pero, repito, vale la pena y a un precio que normalmente no es excesivo.
Acireale en el pasado contaba con optimas pastelerías pero han desaparecido todas. Para entender la importancia que los sicilianos dan al desayuno se puede ir al bar Nevaroli en Viale Kennedy 56, dedicado casi enteramente a las granizadas y a las brioches. Para los que no están acostumbrados a las cantidades sicilianas, creo recordar que se puede pedir también media granizada, una dosis mas adecuada a los estómagos del continente.
A menos de una hora de Catania esta la isla de Ortigia, el antiguo centro de Siracusa, donde vale la pena quedarse a dormir y a comer (por ejemplo pescado en Iannuzzo). Ortigia es un sitio agradable, turístico pero no demasiado como para que deje de estar limpio y cuidado, y con no demasiada gente. Vagabundear por sus callejuelas, encontrando el mar de vez en cuando está muy bien. Hay que ver: la fuente Aretusa y la catedral (Duomo), ex templo griego dórico masacrado por los cristianos. En una esquina de la plaza Archimede, en el Bar Le Antiche Siracuse, conviene comerse por lo menos un arancino. En Siracusa, fuera de Ortigia hay que visitar el teatro griego y las Latomias (grutas de piedra) en el parque arqueológico.
En los alrededores, se puede hacer una desviación para Palazzolo Acreide, sede del teatro griego mas pequeño del mundo y de la pastelería Corsino. Continuando hacia el Sur esta Noto, con su barroco y con el cafe Sicilia. Las cosas que hay que ver están todas en la calle principal, (il corso), no se pierde mucho tiempo, pero si hace calor mejor evitar la visita. A diez km están las playas de Noto Marina, que tienen el agua mas cliente de toda Sicilia, las duchas sin agua, y una multitud de gente en verano. Si se pasa por allí mejor ir al hotel Eloro, continuar por el camino de tierra, aparcar y bajar a la playa libre. Si tenéis ganas de andar, ademas de esta primera playa hay otras en dirección del oasis de Vendicari, todas se alcanzan a pie y por lo tanto todavía con menos gente.
Mas al sur, una excursión interesante en la naturaleza de puede hacer en el oasis de Vendicari, donde naturalmente uno se puede bañar. Delante de la almadraba (tonnara), el agua transparente y la arena blanca dan la impresión de una playa del caribe, circundada por una playa cubierta de algas. La presencia de tantas algas deja extasiados a los naturalistas (revela un mar limpio) aunque un poco pestoso, por las que se pudren.
Pocos km mas al sur era muy agradable la plaza Regina Margherita de Marzamemi, en donde se puede cenar en el restaurante La Cialoma, algunas veces bien y otras veces mal. Actualmente esta completamente cubierta de mesas y tiene precios tipo la Costa Amalfitana, para dormir es mejor irse a otro sitio. Por ejemplo, volviendo hacia atrás al Turismo Rurale Avola Antica (www.avolaantica.it),estupendo también para comer, pero a donde hay que llegar con google, porque allí los mapas del Tomtom están equivocados.
Si no hace mucho calor se puede dormir en Modica (a una hora de Marzamemi), donde la guía Michelin aconseja el Palazzo Failla para comer y dormir lujosamente. El centro de Modica no esta contaminado por la modernidad y da una impresión de lo que era Sicilia en el siglo pasado. A 5 km de Cava d'Aliga, la masseria****** Boscorotondo ofrece un alojamiento agradable a un precio razonable. Desde allí las playas de Sampieri (sin duchas) y de Donnalucata (con duchas) se pueden alcanzar fácilmente.
Si no, se puede ir a Ibla (el antiguo centro de Ragusa), bella y pintoresca donde abundan los restaurantes aconsejados por la guía Michelin: Locanda don Serafino (caro), Caelium Hiblae y restaurante il Duomo (carísimo), U Saracino (barato) (2). Esto en el mapa, en la realidad la Locanda don Serafino no la he encontrado: Google maps lleva solo al hotel; al Duomo han ido unos amigos que se lo pueden permitir y les han tratado mal; al Saracinu estábamos entrando, pero la presencia en el menú de una paella valenciana me ha hecho desistir. Al final fuimos al restaurante Il Barrocco y hemos comido muy bien. En el litoral, las localidades bonitas para dormir (y bañarse al día siguiente) son: Pozzallo, Sampieri, Cava d'Aliga, Donnalucata y Marina de Ragusa aunque los hoteles están un poco desconchados. En Marina de Ragusa la guía Michelin aconseja el restaurante Serafino. Para dormir nosotros acabamos en Artemisia Resort en los alrededores de Ragusa, encontrando una relación calidad/precio excelente. Una optima solución si no tenéis que ir a la playa todas las mañanas.
Desde Ragusa se va directamente al valle de los Templos de Agrigento, 125 km en dos horas y media, sin pararse en el camino porque no vale la pena. Después de visitar la zona arqueológica en un par de horas, se puede llegar en veinte minutos a la Scala dei Turchi en Realmonte, un acantilado calcáreo muy curioso, que causa realmente impresión; pero yo he ido en temporada baja, no se si con mucha gente y el calor la impresión habría sido igual. También es preciosa la playa de la Reserva natural de Torre Salsa, a media hora mas hacia adelante, aunque hay que andar para llegar hasta ella. Y también son bonitas las ruinas de Eracla Minoa, a un cuarto de hora todavía mas a oeste.
A 40 km se llega a Sciacca, una ciudad graciosa en la que recomiendo ir a comer pescado en el restaurante Porto san Paolo, en Via san Paolo 7, si podéis, en la terraza. (4) O sino, en los alrededores, en Villa Palocla, donde podéis dormir en habitaciones muy lindas que tienen un defecto: un baño demasiado pequeño y ningún bidé.
Mas adelante, algunos recuerdos se me han borrado de la mente: en Selinunte creo que los restos arqueológicos están todavía en la playa y que la visita de la isla fenicia de Mozia en la laguna de Marsala sea todavía sugestiva.De seguro lo es su vista desde la tierra firme mientras se va hacia las salinas de Trapani, porque he pasado hace poco tiempo.
Hace cuarenta años Trapani (5) me pareció la ciudad mas fea de Sicilia, pero hoy ha mejorado mucho y puede mejorar mas. El centro histórico merece ser visitado, nos damos de bruces en la casa del sumo hidráulico Leonardo Ximenes, pero no en la del magnifico electricista que a lo mejor vivía en la periferia.
En cambio no ha cambiado Erice, esa en lo alto, a menudo envuelta en la niebla, que no parece Sicilia para nada, en donde se visita el castillo de Venus, desde donde se ven Trapani, las salinas, Mozia y las islas Egades, y la pastelería de Maria Grammatico, cuya fama es exagerada.
Estoy indeciso si aconsejar San Vito lo Capo, cuya playa es todavía bonita, pero increíblemente mas llena de gente que hace treinta años, con muchos mas hoteles y donde hoy hacen cuscus de pescado en casi todos los restaurantes. Al otro lado del Cabo, pero sin estar conectado con ninguna carretera litoral, merece la visita Scopello y mas si encontráis alojamiento (muy caro) en la tonnara. En los tiempos del instituto, los faraglioni de Scopello era considerado el mejor sitio para bañarse.
Castellammare del Golfo puede ser una parada agradable. Yo me he quedado en el hotel Al Madarig, tiene habitaciones agradables que dan a la plaza, pero mas bien oscuras si dan para atrás, un buen desayuno, pero con zumo de naranja químico, mientras en los alrededores las naranjas se pudren en los arboles.
Continuando hacia el este se llega a Palermo, cuyo trafico me pone nervioso, así como la imposibilidad de encontrar aparcamiento. Para atravesarla y continuar hacia Messina estáis de todos modos obligados a pasar por la carretera tangencial con mucho trafico. El que tiene ganas de visitarla puede encontrar en internet todas las indicaciones sobre que ver, yo me limito a sugerir el museo arqueológico y tres bares: Pastelería Scimone, via Imera, 8; Pastelería Magrì, via Carini, 42; Pastelería Mazzara, via generale Magliocco, 19.
Superada Palermo, merece una visita Cefalù, segunda meta turística de la isla, muy linda, con un bonito paseo marítimo, hoteles de todo tipo, talleres de artesanía y restaurantes de pescado con vistas al mar.
Inesperadamente bonita es Gioiosa Marea, superllena de banquitos, en donde puedo señalar dos restaurantes (aqui es zona de pez espada) que valen la pena: el Canapé en la plaza a lo largo de la carretera estatal y la Vecchia Posta en via Mazzini 44. Cerca, esta el mar de cabo Calavà, sin pena ni gloria.
En el interior, en Sinagra, una amiga mia (6) me ha indicado la carnicería/restaurante de los hermanos Borrello en Contrada Forte, en la que se puede gustar el jamón de cerdo negro de las Nebrodi.
Los vinos sicilianos
Hace unos veinte años varios viticultores, italianos y extranjeros, descubrieron que el terroir siciliano rendía mucho y costaba poco. Volvieron a plantar algunas vides autóctonas y dieron vino como se debe. Hace diez años nacieron varios vinos buenos que tenia también un buen precio. Después la avidez humana y el modo facilón de hacer las cosas de los sicilianos llevaron a un aumento del precio y una disminución de la calidad.
Hoy, al destapar un vino siciliano esta el gusto de la sorpresa: descubrir si todavía lo hacen bien o lo han estropeado. De todos modos, los siguientes vinos los he bebido y en su momento los encontré buenos:
Abraxas – Kuddia del Gallo (Zibibbo & Viognier) (trabajado en seco), blanco.
Alessandro di Camporeale – Kaid (Syrah), rosso.
Avide – 3 Carati (Nero d’Avola), tinto.
Benanti – Rovittello (Nerello mascalese & Nero cappuccio), tinto.
Cantina sociale Trapani – Forti terre il rosso (Nero d’Avola & Cabernet Sauvignon), tinto.
Cos – Rami (Insolia & Grecanico), blanco.
Cos – Vastunaca rosso (Cerasuolo di Vittoria), tinto.
Cusumano – Cubia (Insolia), blanco.
Gallo dei Bardi – Etna rosso (Nerello mascalese), tinto.
Maurigi – Coste all’Ombra (Sauvignon blanc), blanco.
Settesoli – Bendicò (Blended), tinto.
Zenner – Terra delle Sirene (Nero d’Avola), tinto.
Notas de Nieves
* La granizada siciliana (granita) no tiene nada que ver con la granizada española. No se nota nada el hielo, es mas cremosa y los sicilianos desayunan con una, acompañada de una brioche. Los sabores mas normales son almendra, pistacho y cafe.
** El cannolo es el dulce siciliano mas famoso hecho con ricotta (queso).
*** La cassata es otro dulce muy coloreado con fruta confitada.
**** La ricotta es un tipo de queso fresco.
***** Los arancini son una bola de arroz con otro relleno dentro que puede ser salsa de ragú, pistacho,espinacas, etc, todo ello empanado y frito. Se resuelve una comida con poca complicación.
****** La masseria es una construcción de tipo rural.
Notas de Massimo
[1] Parece que era también el restaurante preferido por Robert De Niro cuando rodaba el Padrino en Savoca y en Forza d'Agrò. Según lo que dice su dueño don Carmelo, De Niro y Scorsese iban todas las noches.
[2] En Ragusa los blogs aconsejan la pastelería Di Pasquale.
[4] Bar Roma / La granizada en Aurelio, Piazza Dogana, 12 – Sciacca.
[5] Pasticceria Colicchia, Via delle Arti, 6 – Trapani.
[5] Francesca Bombarda.
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